La cocina veracruzana, declarada Patrimonio Cultural del Estado, toma como base al frijol, maíz, plátanos, pescados y mariscos. Las recetas son resultado de la biodiversidad terrestre y las fusiones que surgieron después de la Conquista con Europa y África.
Entre los platillos para desayunar encontramos las “Gorditas” blancas, negras o dulces y las “Picadas” bañadas en salsa verde, ranchera o chipotle; ambos antojitos hechos de masa que se acompañan de frijoles refritos, plátanos machos y queso fresco. Todo junto con un aromático café de altura servido a la vista de la Gran Plaza Malecón.
Los principales platos fuertes son el “Pescado a la veracruzana”, los “Pulpos en su tinta”, la “Minilla” y el “Chilpachole. De tomar encontrarás los “Toritos” licor dulce, a base de leche, hielo, aguardiente de caña y un sabor que tradicionalmente es de cacahuate.
En cuestión de postres, Veracruz también ofrece algunas delicias: buñuelos bañados con piloncillo, dulces de guayaba, coco o nanche; jamoncillo de leche y nieves de frutos naturales.
De cenar también la mesa es abundante, hay “Empanadas”, “Bombas”, “Tamales”, variedad de “Tortas” y la emblemática bebida “Menyul”, coctel inspirado en el Mint Yulep, que en Los Portales de la calle Miguel Lerdo en Centro Histórico de Veracruz, se prepara con ron añejo, yerbabuena, azúcar y jerez.